La emoción de estar en un club de jazz o en concierto escuchando cómo se fragua esa música es un lujo habitual para la mayoría de aficionados. Pero ¿y si se pudiera profundizar aún más, ir un poco más lejos, estar allí, en la oscuridad de la noche, cuando nace una melodía? ¿O en el autocar, en plena gira, cuando la banda arranca a tocar espontáneamente? ¿O tras el escenario, cuando el público pide un bis? ¿Y si nos pudiéramos sumergir en el mundo del músico de jazz para el cual la creación de la música y su interpretación es una tarea tan profunda y rutinaria como respirar? Cuando el escritor Carl Vigeland fue invitado a la gira de Wynton Marsalis y su septeto en el que sería el último viaje que emprenderían juntos, hizo justamente eso. Las agudas observaciones de Vigeland nos permiten entrar en el universo de una banda de la que llegó a formar parte virtualmente, siendo testigo de su relación con el público, de su arte y su amistad. Por su parte, Marsalis nos lleva al corazón mismo del jazz con reflexiones íntimas sobre la vida personal, la familia, la creación y la interpretación en directo, pensamientos que transcribe con la misma cadencia de su sonido inimitable. Ya sea en un escenario, en los estudios de grabación o en ciudades grandes y pequeñas de todo el mundo, este relato refleja, con toda la riqueza de su textura, el alma del jazz, explorando de dónde viene ese tipo de música y cómo se hace hoy en día.