Un relato histórico y criminal, ambientado en Sevilla y Madrid. Una estremecedora novela que no dará tregua al lector. En la Sevilla de 1926, Éctor Mena es requerido para recuperar dos películas tipo snuff que, junto a una tercera que acaba de salir al mercado negro, constituyen una trilogía filmada catorce años atrás. Los responsables eran siete jóvenes transgresores, admiradores de cualquier forma de malditismo en el arte y pertenecientes a lo más alto de la sociedad de la época, hasta el punto de que la casa real está interesada en su recuperación. En su búsqueda Éctor recibe la ayuda de Piancastelli, un individuo enigmático capaz de extraños prodigios, así como de Séptima, sobrina de uno de los miembros del grupo de realizadores de las películas. El recorrido que se hace por el Madrid de los años veinte, mientras se reconstruye la vida de cada integrante del grupo, contribuye a mostrar el cambio de época que está experimentando el país y a comprender a los bandos que han terminado por hacer de las películas una cuestión de estado. En paralelo vemos a Jacinto Ortega, un aparente monstruo que se dedica a degollar niños para extraer su sangre. Cuando nos enteramos de que su hijo padece tuberculosis y que se ha descartado la posibilidad de curarle por medios convencionales, entendemos que casi nada es lo que inicialmente parece.