Deliciosa colección de historias que revelan, desde la ingenuidad y la ternura, las relaciones humanas con sus luces y sus sombras e ironizan en torno a la sociedad absurda creada por los adultos. El autor recibió en 1977 el Premio Lazarillo por esta obra que sigue despertando el interés de los lectores jóvenes. Las ilustradores de Wensell aportan calidez a los relatos.