"¿Qué somos?" Es la pregunta, aquí en absoluto identitaria, que mueve el conjunto de la investigación desarrollada en las páginas presentes. El libro que conforman no es un libro de historia, como tampoco es un libro de filosofía. No nos interesan ni los hechos narrados por los historiadores aquí tratados ?Tucídides, Salustio, Tito Livio y Tácito? ni la interpretación que ellos dan de los mismos. Nuestro propósito es descubrir qué tipo de individuo hay detrás de los hechos que narran, cómo se transforma merced a sus acciones, así como elucidar la naturaleza de las ideas éticas y políticas en las que aquellos se enmarcan y adquieren sentido. El lector se sorprenderá al descubrir que está hablando también de él al hablar de los pueblos antiguos, griegos y romanos entre ellos. Tales historiadores, incluyendo esta vez también al que historió una guerra legendaria desde la épica (Homero) y al que historió la aparición del mundo de los hombres diferenciado del de los dioses desde la mitología (Hesíodo), le hablan directamente a él. Le muestran que los hombres del pasado son él mismo; que nunca fue un todo preconstituido, sino que se fue autorrevelando a lo largo de su propia acción, y le advierten de las contradicciones intelectuales de esas construcciones metafísicas en las que se le ha querido encerrar, así como de los peligros inherentes a las ilusiones y creencias en el polimorfo mundo, perverso por naturaleza, del bien, que sacrifica al hombre real en aras de una entelequia ideal. O por decirlo más sencillamente: le muestran la necesidad de la política.