En este libro la autora nos acerca al pensamiento de Aristóteles en lo referente a su concepto de ciudadano. Y para ello presenta primero la virtud que hace al hombre bueno, pues hombre y ciudadano son una dupla inseparable en este pensador. Por este motivo, se estudia en el texto un tema de gran interés para el mundo de hoy como es el entrelazamiento entre lo moral y lo político. No cabe duda de que una ciudad compuesta por hombres buenos es mejor que una ciudad de malvados. Pero por otro lado, el mero he-cho de vivir en sociedad no garantiza que las personas sean buenas ni que sean buenos ciudadanos. Por esto, la autora profundiza en cues-tiones tales como la amistad y la justicia, así como en la virtud propia del ser humano y del ciudadano, gobernante y gobernado, que facili-tarán la vida en la ciudad. Además, la variedad de regímenes políticos, que para Aristóteles constituyen la esencia de la polis, hace que el concepto de ciudadano varíe de una ciudad a otra, por lo que el texto aborda lo que implica vivir en una monarquía, aristocracia o república, así como en un régimen injusto. La globalización creciente de nuestro mundo, así como la realidad de la inmigración y de las numerosas personas desplazadas de su lugar de origen hace que el concepto actual de ciudadanía esté puesto en discusión. Pensamos que estudiar a fondo la ciudadanía tal como fue concebida por Aristóteles, como se plantea en este texto, podrá arrojar luz a la problemática en estas cuestiones.