En 1986, el joven Christopher Knight abandonó su casa de Massachussetts para internarse en un bosque. Durante treinta años vivió aislado hasta que lo arrestaron por robar comida. Durmiendo en una tienda de campaña, sobrevivió gracias a su ingenio y valentía, desarrollando toda una serie de tácticas para almacenar agua y comida y evitar morir congelado. Robaba comida y elementos de primera necesidad de las cabañas cercanas al bosque, sembrando el terror en toda una comunidad que nunca fue capaz de resolver el misterio de los robos. Basándose en las entrevistas que le hizo al propio Knight, Finkel ofrece un relato detallado de la vida de este joven aventurero, así como de los retos a los que se tuvo que enfrentar al volver a vivir en sociedad.