¿Qué debemos esperar de la democracia y qué probabilidades existen de que la democracia satisfaga dichas expectativas? En El estado de la teoría democrática, Ian Shapiro proporciona una valoración crítica de las respuestas contemporáneas a estas cuestiones, despliega su alternativa particular, y examina sus implicaciones en la política y en la acción política. Algunos estudios sobre los objetivos de la democracia se centran en preferencias grupales; otros tratan del debate colectivo en busca del bien común. Shapiro pone de manifiesto las carencias de ambos, contraponiendo la idea de que la democracia debería orientarse a minimizar la dominación en todos los ámbitos de la sociedad. Sostiene que la clásica defensa que Joseph Schumpeter lleva a cabo de la democracia competitiva constituye un punto de partida útil para lograr dicho propósito, pero que necesita un complemento radical —tanto con respecto a su puesta en práctica en las instituciones políticas nacionales como en su ampliación a otras formas de asociación colectiva. La propuesta de Shapiro, inusitadamente amplia, también trata de las condiciones que hacen probable, en grado mayor y menor, la pervivencia de la democracia, con los desafíos que constituyen las diferencias étnicas y las reivindicaciones por los derechos de grupos, y de las relaciones entre la democracia y la distribución de la renta y la riqueza.