El Espíritu de Dios se llama «santo» porque da vitalidad a esta vida, no porque esté alejado y no tenga nada que ver con ella. En esta pneumatología se resalta la unidad entre la experiencia de Dios y la experiencia de la vida. 1. Experiencia de vida - experiencia de Dios; 2. Experiencia histórica del Espíritu; 3. Experiencia trinitaria del Espíritu; 4. El Espíritu de la vida; 5. La liberación de la vida; 6. La justificación de la vida; 7. El renacer de la vida; 8. La santificación de la vida; 9. Las fuerzas carismáticas de la vida; 10. Teología de la experiencia mística; 11. La comunión del Espíritu; 12. La personalidad del Espíritu.