La lengua española hablada por los moriscos antes de ser expulsados de su país de nacimiento y del de sus antepasados pervivió en el exilio, en una diáspora principalmente establecida en países de lengua árabe gobernados por el Imperio turco-otomano o por el sultanato de Marruecos. Este libro se centra en los restos conservados de esa lengua española hablada en un solo país: el actual Túnez, un territorio que corresponde prácticamente al mismo espacio geopo-lítico de la provincia del Imperio turco-otomano durante los siglos XVI-XVIII, época que constituye el periodo central de este estudio. La primera parte analiza los testimonios que nos han llegado de la existencia de esa lengua hablada, al menos, hasta mediados del siglo XVIII. La segunda, recoge los restos lingüísticos que han quedado del español de los moriscos hasta el siglo XX