Hoy es habitual oír hablar a los terapeutas de experiencias de fracaso y desmoralización, de agobio y fatiga. A estos estados de ánimo pueden contribuir los desajustes entre la concepción de la profesión y las experiencias diarias, que requieren siempre nuevos recursos, a veces alejados del "ideal" de la disciplina aprendida. Mantenerse fiel a principios e ideas firmes acerca de sí mismo impide a los terapeutas abrirse a nuevas experiencias terapéuticas e integrarlas como parte enriquecedora en la historia personal. De este modo, los terapeutas corren el riesgo de percibir su supuesta "identidad originaria" como más y más vacía y lo nuevo y sorprendente como algo que sólo los aturde y marea. En esta obra, Michael White se dedica por primera vez exclusivamente a los terapeutas, sus problemas y las posibilidades de superarlos, valiéndose de su larga experiencia en ayudar a las personas a "narrar su vida de otra manera", a cambiar los acentos, a ver cómo son realmente y cuáles son sus capacidades en el presente. Partiendo de las actuales teorías psicosociales, inspiradas en Foucault, el autor desarrolla su concepción de la identidad personal y la aplica en las prácticas de la supervisión y en los ejercicios de re-articulación constante de la vida profesional y personal. Las valiosas indicaciones y reflexiones de esta obra serán un importante enriquecimiento para psicoterapeutas en formación y en ejercicio en los más diversos entornos laborales.