El punto de partida de este libro es un árbol misterioso, el drago canario representado en el conocido "Jardín de las Delicias" de El Bosco. A partir de esa imagen y mediante una serie de estudios de caso, desvela las rutas por las cuales las primeras imágenes de Canarias llegaron a tierras tan distantes como los Países Bajos, Alemania y la Nueva España; y cómo, en dirección contraria, imágenes y objetos fabricados en el Nuevo Mundo llegaron a las islas y aún forman parte de su acervo cultural.