Los ateos no creen en dios. Pero ¿a qué «dios» se refieren? Esta original pregunta nos lleva al núcleo de uno de los debates más apasionantes y duraderos del pensamiento contemporáneo. ¿La religión constituye hoy la reliquia de un pasado infantil? ¿Han demostrado la razón y la ciencia las tesis del ateísmo? ¿O el ateísmo, como dice el autor, es una simple «creencia, consistente en no creer»? En este libro se expone una tesis audaz: que el «dios» de los ateos no es el mismo «dios» del que hablan los cristianos. Es un «dios» imaginado por determinados filósofos como Spinoza y Hegel, un concepto que ha hecho fortuna en nuestra cultura. Por lo tanto, un debate planteado en semejantes términos resulta engañoso y estéril. Esta confusión es la que subyace en las ideas propagadas por una nueva generación de pensadores ateos, de la que forman parte figuras como Richard Dawkins, Sam Harris y Daniel C. Dennet.