La cristología es el centro de la obra, del que parte y al que se dirige. Es Jesucristo resucitado el que domina el transcurso de la historia desde el primer versículo hasta el último ("¡Ven Señor Jesús!" 22,20). Él es el artífice de la Nueva Alianza de la que ha brotado la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios sacerdotal y real, que vive de su Palabra y cuya razón de ser es el re-conocimiento del Dios Salvador, manifestado en la celebración jubilosa de la Pascua, en la que renueva su Éxodo con Cristo, de este mundo al Padre.