Comúnmente se ha venido considerando que los siglos XIV y XV constituyen una fase de declive de la peregrinación jacobea. Pasado el periodo dorado del culto apostólico, otras preocupaciones, tanto espirituales como políticas, parecieron eclipsar la importancia de la vía penitencial que tanto vigor había demostrado en épocas anteriores. El paso de los años y las circunstancias históricas imposibilitaron la plena recuperación de un antiguo esplendor espiritual que había convertido Compostela en un centro neurálgico de la Cristiandad; pero el hecho jacobeo pervivió, se transformó e influyó en la fase final del Medioevo a través de su adaptación a nuevos contextos políticos, sociales y culturales sumamente complejos. Estas páginas convocan a un análisis coral de los procesos de adaptación, reinterpretación y reescritura de la espiritualidad compostelana tanto desde el punto de vista histórico como desde la perspectiva literaria.