La inevitable intervención de las palabras en los procesos y resultados del análisis de contenido documental resalta la importancia que debemos dar a su estudio —bien sea desde las estructuras del lenguaje natural de partida y de la inmediata posibilidad de su uso libre—, a su estandarización como términos validados de los lenguajes controlados; ya en composición simple o sintagmática; bien como entrada aislada en un índice o formando parte de conjuntos encadenados; incluso cuando son consideradas como objetos de cuantificación probabilística y estadística, o bien analizadas mediante factores lingüísticos más propios y, desde luego, cuando figuran como elementos compositivos en los textos-resumen. Es deseable, pues, realizar acercamientos al análisis documental con una perspectiva lingüística, tanto para alcanzar sistemas de recuperación fiables, como para explicar lo sustantivo de la información documental, sin olvidarnos nunca de que esta relación entre la lingüística y la información-documentación está intermediada siempre por el fin de mejorar nuestro conocimiento sobre la organización, representación y recuperación de los contenidos presentes en los documentos, de forma muy especial en aquellos expresados mediante los textos. Se quiere así atender a la preocupación de los indizadores por establecer relaciones entre el lenguaje natural y los lenguajes documentales, y esto tanto desde la intervención humana como de la realizada con ordenadores, preocupación que vuelve a darse en el caso del resumen, cuando tienen que pasar del original a su representación moviéndose siempre dentro del lenguaje natural, aunque dentro de unas condiciones especiales derivadas de su finalidad comunicativa y de su atención a un dominio concreto.