Obra magna en dos volúmenes, que lleva por subtítulo el de Monumentos y Artes Bellas. (Compendio histórico de vulgarización). El volumen primero apareció en 1925, cuando Sevilla vivía la enorme transformación arquitectónica y urbanística previa a la celebración, a fines de esa década, de la Exposición Iberoamericana del año 29. El segundo volumen tardaría más de una década en ver la luz: el pie de imprenta, lleva por fecha la de 1935, pero es seguro que hasta bien entrado el trágico 1936 no se terminó la impresión. En el primer volumen se compendian los principales aspectos históricos y artísticos de la ciudad, puesto que se ocupa de cuestiones de Arqueología, Arquitectura, museos y bibliotecas, jardinería, rejería y cerrajería, carpintería y entallado, ebanistería y mobiliario, escultura, eboraria, cerámica modelada, broncería, platería y joyería. El segundo volumen está dedicado al arte popular sevillano en sus diversas manifestaciones: pintura, miniatura, musivaria, cerámica pintada, vidrieras, tapices, sedas y tejidos, bordados y encajes, liturgia y, por último, cofradías. El Cicerone de Sevilla vuelve a la actualidad gracias a la coedición de la Asociación de Amigos del Libro Antiguo y la Editorial Universidad de Sevilla, que continúan en la línea de colaboración iniciada en 2005 para la edición de una colección compuesta ya por diez títulos.