Con estas cinco historias de tipo maravilloso, Antonio R. Almodóvar aborda una nueva faceta en su dilatada dedicación a los cuentos de tradición oral hispánica: la recreación literaria. A partir de otros tantos relatos pertenecientes al más antiguo fondo indoeuropeo —se diría que en los albores mismos del arte de contar—, el autor sevillano reescribe y actualiza un complejo entramado de ficciones, con personajes y otros elementos comunes, que dan forma a la fundada suposición de que una buena parte de la humanidad forjó hace cientos de años, incluso miles, un único proyecto narrativo. Y que este estuvo relacionado con determinaciones muy profundas del inconsciente colectivo, entre otras excitantes sospechas. Un modelo cultural verdaderamente integrador, que se hizo pedazos con las religiones sacerdotales y el poder de las ideologías. Los muchos seguidores de Antonio R. Almodóvar encontrarán en este bosque de materiales onírico-maravillosos un inesperado motivo de satisfacción, o tal vez de inquietud. En él se empieza a vislumbrar el verdadero sentido de una de las más apasionantes tareas científico-literarias de nuestro tiempo.