Traducido por primera vez al castellano, El arte de pasear, obra del filósofo alemán Karl Gottlob Schelle (1777-1825), es un alegre tratado que nos enseña a orientarnos en nuestros paseos diarios. Inteligente viático, advierte a los despistados: no se trata sólo de aprender a decantarse por la cuesta empinada o el llano, sino de adaptar recorrido y compañía a nuestros estados de ánimo. Porque, más allá del esfuerzo físico, el paseo es gimnasia de la pierna que pone en marcha el espíritu en varias direcciones y a ritmo sincopado. Vagabundeo del ojo que vuela sobre el cosmos, posee el don de lograr que todo fluya en nosotros.