El archiduque austrohúngaro Francisco Fernando, desde el otro lado de la sepultura, le dicta a su secretario póstumo Ferdinand Berchtold su visión del atentado de Sarajevo, sus causas y consecuencias. Con un humor e ironía inagotables, Basara vacía de sentido las tópicas interpretaciones históricas y a través del imposible diálogo de los dos protagonistas ofrece una verdad artísticamente plausible sobre los cruciales acontecimientos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial. Burlándose lo mismo de la trapacería y belicosidad balcánica que de la decadencia y la arrogancia germánica, la crudeza de su mensaje pone en evidencia tanto a las naciones grandes como a las pequeñas en los albores del siglo XX.