De la docena de obras que Pilar Pedraza ha publicado en Valdemar, la mayoría pueden adscribirse a uno de sus tres temas predilectos: las historias relacionadas con auténticos freaks de feria, personajes marcados por malformaciones o caprichos genéticos, como en Piel de sátiro (1998), El síndrome de Ambras (2008), y Lucifer Circus (2012); los ensayos sobre el papel de la mujer en la Historia y la cultura, como Máquinas de amar (1998), Espectra (2004) y Brujas, sapos y aquelarres (2014); y, por último, las narraciones ambientadas en el mundo clásico, Grecia y Roma, pero con un fuerte componente fantástico, como La perra de Alejandría (2003), Lobas de Tesalia (2015) y la presente novela, El amante germano. Valeria, una adolescente romana hija del senador Domicio, acaba de perder a su prometido, el germano Druso Minor, muerto heroicamente por salvar la vida del emperador. Desconsolada por no haber podido culminar su casamiento, Valeria decide ofrecer un sacrificio a las Cárites infernales con una petición inaudita: que permitan al difunto regresar del más allá para que pueda así consumar su matrimonio. Una noche Druso visita a Valeria con el beneplácito de Plutón. Pero el retorno del resucitado al Inframundo deja un gran vacío en su esposa, vacío que tratará de llenar por todos los medios, aunque para ello tenga que recurrir a las oscuras artes de la hechicera Próxima Nigra, que removerá cielo y tierra para lograr una réplica casi perfecta del añorado amante.