Ninguna tradición ha dado tanta importancia al alfabeto como la hebrea. Para la tradición judía, todo se crea con las veintidós letras del alfabeto hebreo; estas veintidós letras han sido y son el instrumento necesario, suficiente y no mejorable con el que Dios se comunica con el hombre. Hay un dicho de rabí Yismael que reza: «La Torá habla según la lengua de los hombres». Y el cristianismo habla de Jesucristo como de la Palabra...