El discurso de ingreso de Navarro Tomás versó sobre El acento castellano, título en que la palabra acento no tiene un significado técnico (el acento como elemento suprasegmental), sino el que le da la lengua común cuando decimos que una persona «habla» con tal o cual acento o «tiene» tal o cual acento. Navarro repasa las apreciaciones que sobre el acento castellano han venido formulando los extranjeros a lo largo del tiempo: sonoridad, aire varonil, tono de dignidad, etc., tratando de encontrar el fundamento real de tales impresiones. Finalmente, analiza la diversidad de «acentos» en las regiones de la Península y en Hispanoamérica. La respuesta al discurso de Navarro Tomás corrió a cargo de M. Artigas.