Dos hermanos descubren un pequeño insecto muy divertido, una efímera. Investigan en internet y, cuando se enteran de que su nueva amiga solo vive un día, deciden hacer todo lo posible para que ese día le resulte inolvidable, iniciándola en todo tipo de juegos y aventuras. La muerte de la efímera deja triste al hermano pequeño hasta que comprende que las veinticuatro horas que vive este insecto equivalen a la vida de una persona y que, por lo tanto, también las personas tenemos que intentar vivir la vida en toda su intensidad. ¡No hay rato que perder!