El consumo de objetos culturales incorpora ?conjuntamente con la apropiación de significados? la emergencia y asimilación de contradicciones culturales que se van filtrando en los sujetos, producto de las prácticas de emisión de dichos conflictos; son maneras de ofertar bienes desde una perspectiva instrumental que se sostienen en el principio cuantitativo y ?por qué no? en el carácter acumulativo de la cultura. En esa encrucijada se ubica este libro que tiene a la identidad como trasfondo, ya que su contexto son los museos y las actividades patrimoniales, dispositivos públicos que se ocupan de reconfigurar constantemente las huellas que conforman las costumbres y asideros de los individuos y su compromiso con el medio en el que se forman y actúan. Con una mirada a la problemática regional e internacional de tales prácticas, este trabajo se posiciona en los significados atribuidos a los bienes culturales con una perspectiva sociológica comprensiva que busca explicar los comportamientos de los públicos de museos y su consumo de servicios culturales cual proceso de transferencia no exento de resistencias y confrontación de signos culturales. Su propuesta de tipología de públicos busca recomendar herramientas como la eficacia simbólica del consumidor, los públicos cautivos y las estrategias de valoración simbólica, instrumentos conceptualizados y desarrollados en Cuba para los museos y las instituciones culturales, incluida la música como manera de aportar epistemología para el trabajo cultural.