Cuando nuestros hijos se descontrolan, es hora de hacerse preguntas reales. Las condiciones sociales no lo explican todo, Áy el amor no basta! ¿Y si la causa del problema radicara en un déficit de reflexión sobre lo que debe ser la educación de nuestros hijos? La vida en sociedad exige que cada uno acate ciertas reglas y las haga suyas. Es el principio de toda educación, y nos estamos apartando peligrosamente de él. Pero ante todo hay que saber qué es un niño, qué necesita realmente para convertirse en adulto, cómo tenemos que comportarnos con él. Y sobre todo cómo debemos, desde los primeros años, decisivos, ejercer lo mejor posible el a menudo complicado oficio de ser padres. La lúcida visión de un pediatra sobre los fallos y carencias en nuestra forma de educar a los hijos. Una reflexión acompañada de conceptos prácticos que nos ayudará a comprender el sentido de nuestra misión como padres y las verdaderas necesidades del niño desde su nacimiento hasta el final de la adolescencia.