Un buen nivel de autoconcepto es una característica psicológica que ayuda a las personas a desenvolverse con naturalidad, espontaneidad y eficacia en los diversos ámbitos de la vida. Por el contrario, un autoconcepto bajo es un factor que está presente en la mayoría de las personas con problemas más o menos graves y con dificultades para desenvolverse en su ambiente laboral y social. La educación que reciben los hijos de sus padres y profesores está relacionada con el tipo de autoconcepto que construyen. Por ello, el conocimiento de las relaciones funcionales entre lo que se enseña a los niños pequeños y el autoconcepto es fundamental para lograr unas prácticas educativas familiares que favorezcan su desarrollo óptimo. Esta obra orienta a los padres, educadores infantiles, maestros de educación infantil y familiares cercanos -como, por ejemplo, los abuelos, que cada vez con más frecuencia tienen que ocuparse de sus nietos- sobre cómo comportarse con los niños de entre 3 y 5 años para optimizar el desarrollo del autoconcepto de sus alumnos, hijos, nietos, etc.