Edmund Burke es uno de los grandes filósofos políticos de la historia universal. Es el padre intelectual de los partidos políticos, defensor del Estado de Derecho y de la reforma prudente frente a la revolución abstracta. El objetivo de esta obra consiste en superar una seria de errores sobre los que se fundamenta el “secuestro” político de Burke a la vez que se actualizan los principios liberales y reformistas que justifican su acción política. Unos principios que inspiran a modernos liberales como Hayek y sobre los que distintas opciones políticas anglosajonas están operando sus renovaciones ideológicas en el cambiante mundo de la globalización. Por todo ello, Burke vuelve a estar de moda. Analizamos, desde una perspectiva novedosa, sus conocidas “Reflexiones sobre la Revolución Francesa” comparándolas con toda su obra anterior y posterior otorgando singular importancia al Proceso de Hastings, al que dedicó más de veintidós años. El resultado advera que las “Reflexiones” son una obra liberal reformista, con un aviso severo a los revolucionarios radicales de toda época y condición. El gran público le considera un conservador o un liberal conservador. Su expulsión de los Whigs de Fox, la acogida de sus ideas por los Tories para refundarse sobre la base de los “Old Whigs”, el interés por su pensamiento en la Guerra Fría ante el desarme intelectual del conservadurismo y el desprecio de los marxistas le han mantenido en una cárcel prestada de la que esta obra pretende rescatarlo para una mejor compresión de su relevante pensamiento político.