La espiritualidad de Edith Stein se caracteriza como de "frontera": Por su compromiso histórico con el ator-mentado mundo del s. XX. Por la búsqueda de la verdad como servicio a la humanidad. Por honda comprensión del "ser personal", basada en la antropología del espíritu. Por su lucha a favor del lugar de la mujer. Por profundizar en los temas teológicos. Por su experiencia mística. Y, en fin, por su entrega en el Holocausto judío.