El ser humano, depositario de los principios de personalidad, dignidad, igualdad y solidaridad es el eje sobre el que se construyen las sociedades democráticas como resultado de la complementariedad, de la autodeterminación individual y de la autodeterminación colectiva. La solidaridad es elemento que nos permite reconocernos en el otro y preocuparnos por su bienestar: movilizar recursos y establecer relaciones con otros colectivos y movimientos sociales conformando una gran red de personas y organizaciones orientadas a construir un mundo más justo, democrático e igualitario. El mundo, las sociedades, los espacios laborales y de vida se construyen de manera participativa, desde el respeto de las personas y los pueblos a decidir su propio desarrollo personal o social. La política es un espacio de relación horizontal de personas y colectivos sociales en la búsqueda del interés común, por lo que debe promoverse una democracia de desarrollo basada en la verdadera participación ciudadana. Los efectos del proceso globalizador plantean problemas y retos afines que tienen que ver con la convivencia armoniosa entre culturas y la recreación del pensamiento político-económico, sobre las bases de equidad, la solidaridad y la justicia en un mundo global. El libro Economía, democracia y valores en un mundo global reúne trabajos de expertos internacionales en diferentes disciplinas y pone de manifiesto que es necesario identificar y afrontar con éxito el reto que supone la generación e intercambio del conocimiento y su transferencia a la sociedad y al tejido productivo, mediante la incorporación de aportaciones de la economía, la antropología, la filosofía, la sociología, la educación, la psicología y la ciencia política.