Los datos que generamos, almacenamos, transmitimos, analizamos, que nos describen y que nos geolocalizan desvelan nuestros gustos, nuestra opinión e incluso las opiniones de nuestros familiares y amigos. La concienciación es necesaria tanto para aprovechar al máximo las oportunidades que abre la Economía de los Datos, como para protegernos de la exposición que consciente o inconscientemente hacemos de nuestros datos. En la actualidad podemos «leer» los datos gracias a las innovaciones en big data y en Ciencia de los Datos. Nuevas herramientas (lenguajes de programación, machine learning, métodos científicos de datos), nuevas capacidades (Internet en Movilidad e Internet de las Cosas, cloud computing) y nuevas destrezas profesionales en el ámbito digital son las que han hecho posible que en torno al dato se generen modelos de negocio hasta hace poco inimaginables, por inviables.