Tomando pie en la última encíclica de Benedicto XVI, Caritas in veritate, Francisco Javier Martínez Real presenta las tres instancias que permitirían articular un sistema económico: el mercado, regido por la justicia conmutativa; el Estado , vinculado por la justicia redistributiva; y la sociedad civil, ámbito idóneo para el ejercicio de la gratuidad, cuyo movimiento pasa necesariamente por la compasión. No se trata, pues, de una economía de la compasión. La propuesta consiste en un sistema económico con justicia, tanto conmutativa como redistributiva, y con compasión. Ambas virtudes cooperan sinérgicamente: la justicia protege a la compasión de la puerilidad moral y del quijotismo, mientras que ésta evita a aquélla las derivas de la mezquindad y del anti-utopismo.