Exhortación postsinodal de Juan Pablo II centrada en el continente americano y en la que destacan las llamadas a la justicia social, al respeto a los derechos humanos, especialmente los de las minorías, así como la demanda de una globalización de la solidaridad. Entre los temas tratados por Juan Pablo II se encuentran, además, la deuda externa, los pecados sociales, el amor por los pobres y los marginados, los pueblos indígenas americanos de origen africano y la problemática de los inmigrados.