Drago no es como los demás dragones. En lugar de ser verde, es de color cereza. No le gusta escupir fuego por la nariz, sino contar chistes, estornudar y beber leche con su biberón. Su maestra se desespera, porque no se comporta como los demás dragones, y sus padres ya no saben qué hacer con él. La única solución es pedir consejo a Dragoncel, el dragón más sabio de la familia, que les invita a ir al circo. Allí, el pequeño dragón comenzará una gran aventura que cambiará su vida para siempre.