Libros sin texto, de pequeño formato, cartón duro y esquinas redondeadas. Las ilustraciones, sencillas y fácilmente reconocibles, son perfectas para que el pre-lector haga una lectura visual de las situaciones, espacios, objetos y figuras cotidianas que le rodean. Este acercamiento a la realidad, a partir de cuatro preguntas básicas ¿qué es?, ¿quién es?, ¿cuándo? y ¿dónde? le permitira adquirir vocabulario, socializarse y familiarizarse con el entorno.