Precedida de la polémica, llega una obra valiente e inteligente que nace de una vivencia real: el deseo de un padre de responder a las grandes preguntas de sus hijos sin poner a Dios de por medio. ¿Cómo hablar a los niños de la muerte y del sentido de la existencia desde una perspectiva agnóstica o atea? ¿Qué contestarles a los más jóvenes cuando nos preguntan por Dios, el cielo o el alma desde una postura racional y crítica? El resultado es un delicioso recorrido por las bases que sustentan la creencia o no creencia en dioses, que explora lo que significa el alma, los dioses, las religiones, la teoría de la evolución, el agnosticismo, el ateísmo, la bondad y la felicidad... Una lección de espíritu crítico y valores universales sustentados en aspectos que no guardan relación con la divinidad en una de las obras de ética más accesibles y conmovedoras que se han escrito jamás.