La disparatada Doña Eremita recibe un viejo automóvil y decide dar una vuelta junto a su fiel perro Mambrú. Durante el accidentado paseo, el vehículo pierde el guardafangos, el parachoques, el capó
hasta cobrar una forma bastante inusual que convertirá a Doña Eremita en la verdadera reina de la carretera.