El presente ensayo tiene el propósito de contribuir a la des-estandarización (más bien por normalización posmoderna que por regreso a la tradicional filología cervantina) de esa lectura del Quijote que, siendo universalmente estereotipada, como lo es la quijotista, no sería posible decir de ella que hubiera podido ser alentada, ni tan siquiera mínimamente sino todo lo contrario, por su autor.