El presente manual, dirigido a profesores, psicoterapeutas y educadores sociales, propone una serie de intervenciones socioeducativas destinadas a promover una salud integral entendida como salud física, mental y social. En este nuevo siglo, para alcanzar el estado de salud, los procesos de aprendizaje deben lograr la plena autonomía y responsabilidad de la persona en la toma de decisiones. De ahí que el proceso educativo no se limite al logro de objetivos a corto plazo, sino que prepare a los ciudadanos para la resolución de problemas personales y sociales. Se educa para la complejidad, la creatividad, la imprevisibilidad, el compromiso y el cambio. Los siete programas presentados se basan en el uso del movimiento corporal, la dramaterapia y la actividad física. Además tienen en cuenta al conjunto de los destinatarios de la acción educativa, si bien se centran en colectivos de riesgo especialmente vulnerables: mujeres víctimas de violencia de género, pacientes oncológicos, personas con deterioro de su salud mental, personas con autismo, etc. Con la finalidad de garantizar que las personas desarrollen un amplio conjunto de competencias desde el principio de la vida se han aplicado las más recientes aportaciones de la neuroeducación aprovechando los nuevo conocimientos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro.