La simbólica imagen de Benedicto XVI sembrando un cedro de la paz en el palacio presidencial libanés resume su extraordinario viaje apostólico al país de los Cedros del 14 al 16 de septiembre. De hecho, la frase de Jesucristo «la paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde» (Jn 14,27) ha sido no solo el lema del viaje del Papa al Líbano —y desde el Líbano a todo Oriente Medio—, sino también su verdadero hilo conductor, su proclama más reiterada, suplicada y explicitada. Todo ello sin olvidar que el motivo principal del viaje fue la firma y publicación de la Exhortación postsinodal Ecclesia in Medio Oriente.