Integran el libro 38 discursos de la historia tucidídea que Juan Fernández de Heredia hizo traducir al aragonés a finales del siglo XIV. Esta obra, junto con el Plutarco y el Libro de los emperadores (también publicados en la colección Larumbe), compone la trilogía helénica del magnate aragonés y supone el reencuentro del occidente latino con la tan admirada como desconocida literatura griega.