La capacidad de vivir de forma autónoma constituye un objetivo prioritario de salud en las personas mayores, sobre todo aquellas con un alto grado de discapacidad, en las que se pueda desarrollar una situación de dependencia.La situación de dependencia aumenta por una serie de factores de riesgo, que de presentarse hacen que el organismo se vaya deteriorando y tenga dificultades para un desarrollo óptimo de las actividades instrumentales y básicas de la vida y pueda dar lugar a que las personas mayores sean dependientes. Existen unas escalas de valoración para valorar el grado de funcionalidad y realización de las actividades cotidianas que ayudan a identificar diferentes grados de dependencia de los mayores. Los cuidados de los ancianos dependientes tradicionalmente han sido llevados a cabo por un familiar o alguien cercano por lo que estaríamos hablando de un cuidador informal, pero actualmente los recursos formales o instituciones están teniendo progresivamente un papel importante.Los problemas relacionados con la movilidad son muy frecuentes, por lo que se detallan ayudas técnicas que proporcionan una ayuda al desarrollo de la marcha y permiten el desplazamiento de la persona mayor.