Las relaciones entre la medicina y la sociedad han experimentado importantes cambios en los últimos años y plantean dilemas éticos también en lo que se refiere a la información, la difusión y el acceso al conocimiento científico. Ciencia, conocimiento y poder constituyen un poderoso entramado que requiere acuerdos transparentes y democráticos. En este contexto, la Bioética trata de proporcionar pautas para enmarcar los problemas que suscita la biomedicina encuadrando la solución de los nuevos conflictos en el respeto a los derechos humanos reconocidos. Los ciudadanos deben ser informados con rigor y claridad puesto que, para que se puedan tomar decisiones informadas, lo primordial es conocer las cuestiones en discusión y su alcance, de manera que la educación científica, en sentido amplio, es un requisito fundamental para la democracia.