Lea ha llegado a la vida de Deni y su intención es quedarse. Para esta, que siempre se refugia en su trabajo, nunca es el momento, ni el lugar para profundizar en algo serio. A ella siempre se le ha dado mejor correr. Nunca aprendió que hay cosas que no se eligen, suceden: acostumbrada a saltar de cama en cama, ha ido a caer en las arenas movedizas, en la huracanada personalidad de Lea. Entre continuas idas y venidas, en el filo que separa la erótica de los sentimientos ¿será Deni capaz de escapar, esta vez, de sus propios sentimientos?