El 12 de diciembre de 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba excluir a la España franquista de la organización y recomendaba la retirada de embajadores de Madrid, dados los vínculos de la dictadura con las potencias del Eje. Daba así comienzo una etapa de aislamiento internacional que habría de prolongarse durante años: el régimen de Franco tardaría casi una década en lograr su ingreso en la ONU (1955). Bebiendo de una amplia bibliografía y de una variedad de fuentes diplomáticas, archivísticas y hemerográficas, esta obra analiza las luces y sombras de un aislamiento matizable y describe los rasgos de un proceso de reinserción en el que se dieron cita los condicionantes de la Guerra Fría, el valor geoestratégico de la Península Ibérica para las potencias occidentales y el despliegue diplomático puesto en marcha por la dictadura.