El cine mexicano de los setenta vio nacer a los productores independientes, mientras que la década siguiente se llenó de filmes sobre ficheras, cómicos y albures, pero en los noventa dio un giro hacia los narcotraficantes y venganzas policiacas. Son 30 años de cine que ya se pueden consultar en el Diccionario del Cine Mexicano 1970-2000, editado por la Dirección General de Actividades Cinematográficas y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. Películas, videos incluidos los llamados videohomes, trabajos en formato Súper 8, todo lo realizado en tres décadas y de los cuales se pudo rescatar la información, se encuentran aglutinados en el libro cuyo compilador Mario A. Quezada explica que 'es apenas una pequeña colaboración de la gran historia del cine mexicano aún en espera de ser escrita.' Ubicar el Diccionario del Cine Mexicano a partir de 1970 no fue un hecho gratuito, explica Quezada, ya que las etapas silentes y la llamada de Oro dice, 'ya están documentadas con libros e investigaciones, incluso el cine de los años sesenta y de los setenta con Echeverría, pero no así el de los ochenta y noventa del cual se ha escrito muy poco'. Si bien el Diccionario resulta un compendio de las películas realizadas durante tres décadas de cine en México también es afirma una herramienta no sólo para investigadores, comunicólogos o cineastas, 'sino para el público que gusta del cine mexicano y que siempre busca información acerca de lo que ve, ahora, en la televisión', refiere Quezada Avilés. Diez años de investigación y unos más para su publicación, se requirieron para realizar el Diccionario que contiene 6 mil fichas con todas las películas incluso las realizadas por las escuelas de cine, cortometrajes, y las de manera independiente, así como 500 fotografías y carteles de algunos de los filmes. A manera de continuación del Indice cronológico del cine mexicano de Moisés Viñas, que contiene las fichas de las películas realizadas desde 1896 hasta 1992, la compilación de Quezada ofrece el título del filme, su equipo y participantes, el género, una breve y en su caso, la fecha de estreno, en estricto orden alfabético. 'La década de los 80 está como perdida, sí ubicada en periódicos y revistas, pero en ningún otro lado y en el Diccionario se pueden encontrar todas aquellas películas de las que incluso muchas veces nadie quiere acordarse, pero se hicieron', señala Quezada. En el libro editado en un solo tomo, se pueden localizar filmes como Agapito se mete en todo o El adulterio me da risa, ambas dirigidas por Víctor Manuel Güero Castro, en 1988 y 1991, respectivamente. Títulos increíbles como Ataca el chupacabras, de Julio Aldama filmada en 1996; Blanca Nieves y sus siete amantes, Ismael Rodríguez de 1980; Destino homicida, de Miguel Marte, de 1992 y Malditos amapoleros, de José Romay, de 1990. 'En cuanto imagen en movimiento, el cine está más vivo que nunca y se nota con el trabajo de estudiantes interesados en hacer trabajos y no sólo aquí, sino en el interior de la República. Aún hay muchas historias por contar y ellos lo harán', considera Mario Quezada para quien este Diccionario del Cine Mexico es un instrumento de aprendizaje acerca del cine mexicano.