Con la revolución digital y la globalización no sólo cambian los flujos económicos o los modos de vida de nuestras sociedades. Se está modificando la faz del entorno. Las ciudades nos sorprenden o nos agobian. Internet acapara nuestra atención. Supermercados, autopistas, gasolineras, aeropuertos, centros comerciales y otros espacios de transacción articulan nuestro paisaje cotidiano… Esta obra, una herramienta fundamental para entender cómo se diseña en un mundo de flujos, parte de la premisa de que el diseño ha dejado de ser una disciplina racional para transformarse en un pequeño campo de batalla, en una negociación de todos con todos, o contra todos. El diseño de hoy se ha convertido en una zona de cruces donde se mezclan nuevos y antiguos conceptos tales como arte, automóvil, belleza, caos, dibujo, marcas, mercado, moda, seducción o tipografía.