Dentro de la obra genial y atormentada de Franz Kafka, los trece cuadernos que componen sus Diarios constituyen un documento excepcional para el conocimiento de la enigmática personalidad del gran escritor checo. Iniciados en 1910 y continuados ininterrumpidamente hasta un año antes de su muerte, estos Diarios, no destinados a la publicación, y en los que Kafka volcó sus más íntimos secretos, frustraciones y deseos, contienen una de las confesiones más hirientes que ha producido la literatura europea del siglo XX.