El lector no se encontrará en estas páginas una narración lineal, pues la trama se establece en una especie de vistazos sucesivos que, orientados por la acción de los protagonistas, nos permiten ver una vitrina de hechos humanos y sociales deplorables, pero tan auténticos que cualquiera pudiera identificarlos en su entorno. Recursos como la exposición de un diario, o la polifonía, nos dejan entrar en la intimidad de los personajes y, al verlos moverse por lo narrado, nos muestran también lo que sucede a su alrededor, que a menudo resulta una miasma sí, pero es precisamente nuestro derredor [
] Mauro Zúñiga Araúz sabe esbozar personajes literarios de carne y hueso, sin que esto sea un contrasentido, porque se trata de valorar la contextura de verosimilitud que viste a cada actor dentro de la obra, y en esto hay aciertos notables, al ofrecernos en cada página un número de participantes en los que se ha invertido muchos sostén psicológico que apuntala todas las acciones que acometen en la narración. En resumen, tenemos entre manos una buena obra, esgrimida por su autor con conocimiento de causa y, más que como un libro, como un estetoscopio en el cual ausculta los síntomas de la sociedad. ARIEL BARRÍA ALVARADO Escritor y profesor de la Universidad Santa María la Antigua (Panamá)