El título de este libro es una de las más célebres "consignas de desorden" del Movimiento italiano de 1977, esa revuelta de los estudiantes, de los jóvenes parados, de las mujeres, de los "Indios metropolitanos" contra el "compromiso histórico" y el constreñimiento cada vez más represivo del país por la democracia-cristiana y el Partido Comunista Italiano. 1977 fue un año de crisis ejemplar: en Francia, ruptura de la Unión de izquierda; en Italia, crisis cada vez más profunda, refutación radical del PCI (en Roma y en Bolonia), extensión de las reivindicaciones libertarias, pero también del terrorismo. El autor, con un estilo novelesco, próximo al de los panfletos del siglo XVIII, nos cuenta cómo "entró" en el Movimiento, ayudó a los insurrectos en el exilio, organizó con ellos la manifestación de Bolonia (en septiembre) y, para terminar, se vio excluida del PCI por todas esas razones, en el curso de una reunión de célula descrita de una manera sarcástica. Todo el libro está recorrido por una ironía alegre, que, contra la tradicional seriedad política y su sombría réplica terrorista, describe por vez primera esa inmensa aspiración a la libertad que anima subterráneamente y por explosiones la sociedad italiana. Crisis de generaciones; crisis de la política; crisis general de la concepción de la vida, del lenguaje, de las ideas. "Después de Marx, Abril", gritaban los jóvenes encolerizados. Y también: ¡ el 68 estuvo bien, pero el 77 está mejor !.