«España ha empezado a formar parte de la Unión Monetaria Europea en mayo pasado. Muchas voces celebraron el hecho de modo triunfalista, otras se rasgaron las vestiduras. Pero raramente nos hemos planteado la pregunta: ¿por qué esta tensión a la unidad de Europa? Y, sin embargo, sólo teniendo claros los porqués y el fin, podemos llevar a cabo el trabajo que se nos reclama. [...] ¿Por qué podemos defender y desear un avance político y económico de la integración europea? Porque ello contribuye a favorecer la consolidación internacional del modelo social de capitalismo europeo, como alternativa al capitalismo liberal americano o al modelo japonés, en el que desaparece la persona: `Si tuviera que volver a comenzar la construcción europea, lo haría por la cultura` (Jacques Delors)». (de la Introducción de los autores)